Mi gozo en un pozo.

De aldea en aldea...
20/11/13
José Ángel de Miguel Pérez
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Hoy los púlpitos han cambiado de ubicación; los voceros profesionales han cambiado la sotana por la corbata de partido y las misas han perdido terreno ante los mítines del líder. Lo que no han cambiado son los sermones que son prácticamente iguales a pesar del tiempo. No hay fin de semana que no haya un motivo para que un gran líder ( hay muchos) no suelte la soflama de turno ante acólitos incondicionales, que más allá de comprender lo que  se les está diciendo, aclaman al monologuista hasta la extenuación. Normal, es otra manera cualquiera de ganarse el pan sin dar palo al agua. A este respecto, hace unos meses, leí una noticia que puede resultar curiosa : El PP subía de afiliación mientras el resto de formaciones políticas estaban a la baja. Conclusiones : Que el PP lo está haciendo de narices afrontando los retos que le ha puesto la crisis encima de la mesa; que los partidos de la Oposición no saben por donde les da el aire; o que la derecha ofrece más cosas que el resto y la gente viendo el percal se posiciona al lado del sol que más calienta. El caso es que si no es una reunión de simpatizantes en Alpedrete, es la conmemoración del cincuenta aniversario de la traída de las aguas a una barriada de Burgohondo.

Cualquier acto es bueno para que el líder suelte su diatriba y hable de todo menos de lo que realmente tiene que hablar. Todo un arte del escaqueo , la palabrería ( que no de la retórica) y del autobombo. Eric Hoffer ( filósofo Estadounidense, analista de los movimientos de las masas) dijo que “ La Charlatanería en algún grado es indispensable para un liderazgo eficaz”. Desde luego a los líderes de nuestro país estas palabras han calado lo suficiente para que de manera sistemática lo estén cumpliendo a raja tabla . Es por ello por lo que la mayoría de los aspirantes en política se preparan en manos de alfareros que los moldean de tal manera hasta convertirlos en verdaderos líderes del ordeno y mando, barnizados con tintes de democracia. Ante esto tengo una pregunta ¿ Es necesario que el Señor Alcalde, al que yo tenía como paradigma de líder, tenga que recibir un curso de liderazgo? Mi gozo en un pozo. Ya no quedan referentes.

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