El Escaño

De aldea en aldea...
9/11/11
José Ángel de Miguel Pérez
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No pensaba, a tenor de la última encuesta, que el batacazo del “ SOE” se fuera a notar en nuestra provincia, hasta el punto de llegar a perder el escaño. Todo es posible. El caso es que lo tienen crudo, principalmente, por que la gente necesita un cabeza de turco con la que desquitarse ante el panorama tan poco alentador que tienen encima: Norma, en la comarca de Pinares; Horta , en Arcos de Jalón; Fico Cables, en el Burgo; Almazán, eretizado en casi todo su tejido industrial; una Pac, amenazadora para un campo huérfano , hastiado y despoblado….  Hace un año, el seis de noviembre, miles de sorianos nos lanzamos a la calle con el ánimo de pregonar a los cuatro vientos lo olvidados que estábamos ante las instituciones, y reivindicarnos como un colectivo que está harto de que se le rían a la cara con un repertorio de mofas que rozan la vejación. Hace unas fechas, y por poner un ejemplo, el candidato del Partido Socialista al Congreso de los Diputados y a la sazón pseudo subdelegado del gobierno en la provincia, como el qué no quiere la cosa, justificó la interrupción de las obras de la A-15 a las causas meteorológicas, curiosamente en un mes de Octubre, que salvo los últimos días, habrá sido uno de los octubres más secos y cálidos de los últimos años, y con la añadidura que estos insignes representantes, en Diciembre de 2009, y con no sé cuantos grados bajo cero, en contra de toda ley de la química y la física, apremiaban sin cuartel con el fin de aglomerar el trazado de un tramo de la inconclusa autovía, a sabiendas que al día siguiente tendrían que levantarlo y volver a reafirmar.

El Ministro merecía tal boato. Hay que tener cuajo. El caso es que son cosas que el pueblo no olvida y que a la larga hacen mella en el partido excusador, al que a estas alturas del partido se le hace responsable hasta de la muerte de Manolete. Probablemente el rasero con el que se mide a las “ Izquierdas” es bien distinto al que se utiliza para medir a las Derechas. Ello es consecuencia principalmente  a la creencia de considerar a las derechas amorales y a las “izquierdas” decepcionantes, de esta manera el grado de exigencia es mayor a los zurdos, a los que no se les pasa ni una, mientras que a los diestros, cuanto más diestros son, más condescendientes se es con ellos. Tomando las palabras de Servando, un antiguo ferroviario: “ Entre los pajarracos azules y los capullos rojos, lo único que tengo claro es que el horizonte lo veo muy oscuro”.

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