A la Juventud la jubilan

De aldea en aldea...
10/10/12
José Ángel de Miguel Pérez
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Sí, yo también soy del 69, como el “vetusto” Pabellón de la Juventud que acaba de ver como le han hecho un plan de prejubilación en toda la regla. Durante estos años esta instalación ha sido testigo de innumerables episodios que han formado parte de nuestras vidas y de acontecimientos, que en la mayoría de los casos, han roto la rutina de una pequeña ciudad de provincias, proporcionando el lugar adecuado, dentro de sus posibilidades, para el esparcimiento, el ocio, la cultura , y sobre todo, el deporte. Después de varias remodelaciones, la última de enjundia y hace muy poco tiempo, cierran sus puertas alegando que hay que ahorrar unos 300. 000 euros. Independientemente de las razones que se den desde el consistorio para clausurar el recinto, doctores tiene la santa madre iglesia, en los tiempos en los que vivimos no estamos para trancar espacios públicos y máxime cuando existe la necesidad de utilizarlos. Cuando esto sucede nos metemos en los terrenos de los recortes y no en los del ahorro.

 

Muchos y muchas pensarán que con las instalaciones deportivas que ya hay en Soria tenemos más que suficiente y que por cerrar la Juventud no pasa nada. Sí que pasa, por que se frenan potencialidades, se crean restricciones y se fomenta la hiperutilización de las otras instalaciones, con el oportuno deterioro del servicio, elevando consiguientemente el coste del mantenimiento y la mala leche de los usuarios. Puede ser también, que los sesudos gestores municipales, metan en una hucha los 300.000 euros que van a dejar de gastar en una instalación que está más que amortizada, para de aquí a unos años acometer la remodelación que con la boca pequeña ha dejado caer el señor Alcalde. Si es así, cosa que dudo, estaríamos hablando de verdadero ahorro. De momento, el programa de natación que se impartía en los colegios de la capital a los niños y niñas de tercero de primaria, se ha suprimido quedándose esas mieles en papel mojado. Entonces, esto qué es, ahorro o recorte puro y duro. El caso es que a la Juventud la han jubilado.

¡Me voy a Cuenca!!!

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3/10/12
José Ángel de Miguel Pérez
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Probablemente sea un cagón, no lo niego, pero en función del cariz que ha tomado lo acontecido la última semana, en particular el plumero que se le ha visto al Gobierno estatal para resolver e interpretar la realidad, es motivo de que cierto yuyu se esté apoderando de mi cuerpo. Son sensaciones, como la del personaje que interpreta Coque Malla en la película Todo es Mentira, que la única salida que ve para huir de un ambiente manipulado es irse a Cuenca. Alguno ya me ha dicho, muy en serio, que sí las cosas siguen así no descarta cruzar los Pirineos. El caso es que hay una serie de Derechos fundamentales, sustento de un estado social, democrático y de derecho, que se están empezando a mancillar demonizándolos y criminalizándolos, llevándonos a un deshecho de Estado. La Constitución, ese prospecto que viene a indicar las reglas básicas del juego, es una norma suprema que hay que cumplir y aplicar. Claro que para eso hay que asumirla y sobre todo conocerla, cosa, esta última, que dudo de nuestros políticos más flamantes.

El Presidente del Gobierno, hace unas fechas, reconoció que la “realidad” le impedía tomar decisiones que en otras circunstancias no las hubiera tomado. Un argumentario maquiavélico de que un fin justifica el medio. No Señor. La propia Constitución recoge fórmulas para reconducir estas coyunturas por la senda de la legalidad: La cuestión de confianza e incluso respecto a la suspensión de derechos, si la cosa se pone fea ( que no es el caso), tal como han hecho ver algunos mandamases, se podría recurrir a la declaración de Estados de Alarma , e incluso de Excepción. Claro que esto son palabras mayores, pero son las situaciones, junto al Estado de Sitio, en las que sólo se pueden suspender derechos fundamentales. Respecto a nuestra Soria, lo de siempre, la igualdad y la solidaridad, una quimera. Ni nos han permitido jugar a la lotería de los presupuestos, a pesar de que el Señor Posada ha ejercido de gran vedette por las fiestas de los pueblos.

Vermú de lata

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26/9/12
José Ángel de Miguel Pérez
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Hay costumbres que con el paso de los años a penas cambian. Las tenemos tan interiorizadas que se han convertido en verdaderos dogmas que nadie se cuestiona. Una de estas costumbres son los vermús impulsados desde las esferas públicas, pagados a cargo del erario público y del que dan buena cuenta , sin reparo alguno, las “ fuerzas vivas” del pueblo en el día grande de las fiestas. También es cierto, todo hay que decirlo, que en muchos pueblos estos ágapes los han transformado en comunales, ofreciendo las viandas a todo el vecindario. Hace unos días ( por mi condición de soplagaitas) asistí a uno de estos vermús. Además de los músicos estaban presentes el Señor Cura, el pleno de la corporación ( los cinco concejales) , el Señor Juez de Paz y el invitado. Este último, era el político de turno, representante en una instancia superior, cuya misión principal  consistía en honrar con su presencia al pueblo, recogiendo, de paso, si se terciaba, las demandas imperantes y perentorias del municipio, cosa que no sucedió ya que durante todo el rato estuvo hablando de fútbol y en particular de un sobrino suyo que jugaba en el Alavés . 

 

La persona que hacía las veces de alguacil y sacristán, también se encargaba de servirnos a los que estábamos  sentados en una larga mesa, que a buen seguro, era la mesa de los plenos. Sólo faltaban el Cabo Santo,  el Secretario , el Señor Médico y el Maestro para completar esta especie de  “Belén” que bien  podría formar parte de ese paisaje que perfectamente retrató Antonio Mercero en Crónicas de un Pueblo  a principios de los años setenta. El Señor Alcalde, para romper el hielo, soltó la primera fanfarronada – Vermú de lata, que no se note la miseria en este pueblo-. Acto seguido el improvisado camarero empezó a abrir latas de todos los colores, mejillones, almejas, navajas, berberechos.. mientras decía, frente al sonrojo del Señor Cura – Eso, eso, vermú erótico-.  Luego, para que no se diga, por imperativo de la alcaldía, tocamos un par de piezas en la plaza desierta.

ESO de San Pedro Manrique.

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19/9/12
José Ángel de Miguel Pérez
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Ya saben que el cáncer de esta provincia es, entre otros, la despoblación. Un mal endémico con el que convivimos día a día y al que estamos enteramente sometidos. También sabrán, y si no se lo cuento a continuación, que el Estatuto de Autonomía de Castilla y León, norma básica de nuestra patria chica, y a la que algunos gerifaltes de peso y alcurnia pretenden elevar a la categoría de panfleto, se pone por montera la lucha contra la despoblación. Pues bien, este manual de intenciones en su artículo 16 dice “ Los poderes públicos de Castilla y León deben orientar sus actuaciones de acuerdo con los principios rectores que establecen la Constitución y el presente Estatuto. En el ejercicio de sus competencias, deben promover y adoptar las medidas necesarias para garantizar la plena eficacia de los siguientes objetivos:  9. 

 

La lucha contra la despoblación, articulando las medidas de carácter institucional, económico, industrial y social que sean necesarias para fijar, integrar, incrementar y atraer población” ¿Cómo se les queda el cuerpo? Los Fariseos en comparación con los prebostes que nos gobiernan unos mindundis. Todo esto viene a colación con los hechos sucedidos en San Pedro Manrique en relación con la supresión de la ESO y la resistencia presentada por los padres. Si se llevan a los críos adiós pueblo y comarca. ¿ Es esto fijar y atraer población? Está claro que el tema de la despoblación y la educación, a las administraciones competentes, al no ser un asunto del que se puede sacar tajada, se la suda, no siendo conscientes de lo que supone vivir en un desierto demográfico en el que en breve sólo camparán alimañas y dinosaurios de 60. 000 euros con la vitola de Record Guiness ( manda güevos, eso sí que es recortar). Así que no nos debe extrañar, que cuando lo ves todo perdido y además eres ninguneado por los que deben garantizar tu bienestar y tu residencia,  a más de uno se le pase por la cabeza pedir la independencia. Uy, perdón, que estamos en Castilla.

La vuelta al cole...

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12/9/12
José Ángel de Miguel Pérez
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La vuelta al Cole supone volver a la normalidad y a la cruda realidad. El verano, principalmente el mes de agosto, por estas tierras es un espejismo que se evapora a medida que el sol pierde fuerza y los quehaceres cotidianos nos llaman a retreta para entretenernos en el digno arte de la supervivencia. Atrás quedaron las verbenas de los pueblos, las semanas culturales, los pueblos con sus casas abiertas, la chiquillería en la calle, el Collado con gente, y  los ríos sin agua. En mi caso la vuelta ha supuesto, de momento, más de trescientos euracos de vellón, y teniendo en cuenta que sólo tengo un hijo, puedo darme con un canto en los dientes. Escuchaba el otro día en una emisora de radio, a nivel nacional, a una señora matizando que el gran desembolso que se hacía en estos días por las familias con hijos en edad escolar era para comprar cultura; que en realidad era una inversión y qué no entendía cómo los padres poníamos el grito en el cielo por la compra de libros ( habría que contestar a la señora que no compramos libros, que lo que compramos son fichas y material didáctico. Los libros son otra cosa) y no en subvencionar a los Reyes Magos. En la mediocridad en la que vivimos, esas palabras bien podían estar firmadas por un personaje político. 

 

El caso es que un derecho fundamental como es la educación no puede convertirse en un negocio especulativo ¿ A dónde queda eso tan bonito que se decía que la “ educación es gratuita”? Me explico, con las nuevas tecnologías, esto es, ordenadores, pizarras digitales, impresoras, fotocopiadoras, sistemas red, internet… ¿Qué necesidad hay que las familias tengamos que desembolsar tamañas cantidades? ¿ Acaso no se puede suministrar desde los centros, aunque sea asumiendo el coste real de la copia el propio alumno? Con esta burbuja pululando en el ambiente y el impuesto revolucionario de los libros, junto al resto de recortes en materia educativa, no es de extrañar que muchos padres prefieran educar a sus hijos con el Excelentísimo Rector Bob Esponja.

El Estado Social al Carajo.

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6/9/12
José Ángel de Miguel Pérez
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¿ Hacia dónde va orientada la actividad de una Administración Pública? La pregunta del millón para la clase política y por otra parte tan frecuente y típica en los exámenes de Derecho Administrativo a la que es muy fácil contestarla a nada qué se haya estudiado. Como se suele decir es de manual. Contestando a lo planteado, en resumen, se podría decir que la actividad administrativa está orientada a desarrollar tres funciones básicas: una función de policía ( en el sentido más amplio del término, es decir, actividad inspectora, sancionadora y garante de derechos y obligaciones); una segunda función de fomento ( esto es, incentivar de múltiples manera al ciudadano de cara a fomentar ciertas actividades particulares en aras del bien común y a la consolidación del Estado Social) ; y una tercera función de prestación de Servicio Público. Esta última es la que, de manera indirecta, tiene mayor incidencia en la ciudadanía, al ser todo quisqui, usuario potencial de estos servicios, siendo por otra parte una función que tiende a regular y a garantizar el principio de igualdad, evitando, por tanto, el distanciamiento entre las clases sociales. 

La percepción. La percepción que se tiene, con todo este sarao de los recortes sociales, es que servicios públicos básicos peligran, en esencia, al convertirlos, como todo lo que sucede en el sistema capitalista, en auténticos negocios, poniendo, de esta guisa, contra el Paredón al Estado Social. De esta manera lo “ Social” se metamorfiza en rancia beneficencia (cosa bien distinta). En Soria, tanto la Diputación como el Ayuntamiento capitalino, abogan por este tipo de gestión ( la Privatización) para afrontar la prestación de ciertos Servicios Públicos básicos que caracterizan a una sociedad alejada del denominado “ Tercer Mundo”. Sin duda desde el punto de vista de la justicia Social, la peor de las soluciones para usuarios, trabajadores y administrados en general; en cambio la más rentable para intereses particulares auspiciados por lo público. El Estado Social al Carajo.

Cuesta arriba.

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3/9/12
José Ángel de Miguel Pérez
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Agosto toca a su fin. A la vuelta de la esquina, de bruces, como siempre, nos encontraremos con la empinada cuesta de Septiembre, más si cabe este año por el tema de los recortes. Siempre que llegan estas fechas me viene a la cabeza esa escena de la película “ Bienvenido Mister Marshall”, ya al final de la misma,  en donde se refleja el duro despertar tras un maravilloso sueño, cuando la cruda realidad supera a la ficción y la normalidad se apodera de las ilusiones. Algo similar sucede en los pueblecitos de nuestra Soria desterrada cuando ven como los viejos portalones de sus casas echan los trancos y el griterío de los más pequeños se evapora de las solitarias calles. Atrás quedan los días de fiesta, de paseo, de reencuentro con los congéneres, de partida de cartas , de trasnocho, de espera al panadero y de comida popular con el político de turno decidido a prometer el chocolate del loro  …Todos los Agostos lo mismo. Dejamos, también, las noches de millones de estrellas que iluminan las sicodélicas  verbenas de capital que en muchos casos se comen el presupuesto del pueblo, todo con tal de demostrar a los del pueblo de al lado que se es más que nadie y que la miseria es cosa de otros lares. ¡ ay , ilusos!.

Este año la cuesta de Septiembre se va a hacer más dura en muchas comarcas de la provincia al ver como una situación tan normal como es la vuelta la Cole se va a convertir en un verdadero suplicio para los alumnos ( y sus familias) que tienen que cursar  la ESO y a los que la cínica administración obliga a abandonar el terruño, fomentando, de paso, la despoblación de las zonas rurales convirtiendo estos territorios en meros reductos de vírgenes y santos que “impávidos y gentiles” esperarán el año de rigor para que les saquen a dar un garbeo en loor de una multitud cada vez más pequeña. Además en Septiembre sube el IVA, y con el comienzo del año escolar hay que afrontar el gasto de libros, material didáctico, y otros menesterosos artículos para educar en una sociedad cada vez más desmotivada y recortada. 

 

Comer de gorra.

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24/8/12
José Ángel de Miguel Pérez
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El “comer de gorra” siempre ha estado de moda, más si cabe, en estos tiempos de crisis donde el llevarse un pedazo de pan a la boca empieza a tener su enjundia. El origen de esta expresión hay que buscarla en las épocas en los que los estudiantes vestían de capa y gorra. Muchos de estos mozalbetes, provenientes de lugares lejanos a las universidades, para saciar su apetito tenían que acudir a tretas que le permitieran comer sin desembolsar un chavo. De esta manera se colaban en banquetes donde se celebraba alguna que otra boda, bautizo u otro acontecimiento, y repartiendo reverencias y ceremoniosas salutaciones, gorra en mano, se apostaban cerca de las viandas, eso sí, sin de decir ni “mu” para no ser descubiertos por el anfitrión de turno. De ahí la figura insigne, venerada por muchos, del Gorrón.

 

Sabido es que durante estas fechas proliferan muchas fiestas en las que la comida y la bebida no pueden faltar, es más, son parte fundamental de la fiesta. Desde calderetas, parrilladas, paellas, y otras variantes de comidas populares, las posibilidades que tiene el jeta  de “comer de gorra” son muy amplias y variadas. Conozco a verdaderos especialistas en la materia, que aprovechando el descontrol que proporciona la multitud, y con redundante presentación en la que se muestran como hijos del pueblo y que vuelven en busca de sus ancestros, se meten a la peña en el bolsillo y dan cuenta, incluso con ansia, de todos los productos que se presentan en la mesa. Hay algún “figura” que hasta repite el año siguiente, a pesar de ser descubierta su argucia. Les da igual, lo importante es comer.

En la misma línea se encuentran representantes de instituciones, con la variante , en este caso, que son invitados por los alcaldes para dar empaque al fiestorro y de paso mostrar la problemática del municipio con cuitas que a buen seguro se van a quedar en un “ ya lo estudiaré” o en un “ ya hablaremos”. ¡Ay señor….!

Los de los chalecos amarillos.

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20/8/12
José Ángel de Miguel Pérez
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 DE ALDEA EN  ALDEA.…..

 

Los de los chalecos amarillos.

 

Como todos los quince de Agosto los pueblos esbozan, en su arrugada cara, una sonrisa de oreja a oreja ( o de barrio a barrio). Es una sonrisa de satisfacción por ver como sus calles se “ engalanan” con la presencia de gente. No son turistas que vienen guiados por reclamos exóticos en busca de la tranquilidad, o en otros casos de  aventura, espoleados por una buena promoción turística. Son sus hijos, los que un día se fueron a la emigración, los que vuelven a dar vuelta , y de paso, como han hecho durante toda su vida, disfrutar del veraneo en compañía de los suyos. La mayoría disfrutan de la Jubilación y gran parte de ellos han pasado, o estarán a punto de pasar , por la “ ITV”, donde a todos les recomiendan que tienen que andar (también les recomiendan que no abusen del embutido y se ponen “tibios”) . Esto no sólo lo dicen los médicos, Cervantes también se pronunció al respecto: “ el que lee mucho, anda mucho, ve mucho , sabe mucho”. Es por lo que el deporte nacional en los pueblos durante el verano es el Andar, desplazando a los naipes y al frontón a un segundo plano.

A determinadas horas del día, las primeras de la mañana y las últimas de la tarde, con la fresca,  las destartaladas carreteras de la provincia se pueblan de grupos de temerarios que sobrepasan los arcenes de las mismas, ganando terreno a los vehículos a motor que se ven sorprendidos por la proliferación de esta especie. Algunos, digo los andarines, concienciados por las campañas de Tráfico, se colocan los preceptivos chalecos amarillos, que además les dan un aire a “peña”, lo que convierte a este acto “deportivo” en una especie de romería festiva. Otros más osados, ya de noche, salen con linternas de “escalextric”, confundiéndolos en muchos casos con alimañas que salen furtivamente de las cunetas, con el peligro que conlleva. Lo que no logro entender es cómo con la cantidad de caminos vecinales que circundan los pueblos, todos con ausencia de tráfico rodado, haya gente que se juegue la vida. Encima se mosquean cuando se les pita.

Vendedores ambulantes y Charlatanes de feria.

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8/8/12
José Ángel de Miguel Pérez
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Soria, durante estas fechas, vive el espejismo del verano. Los pueblos, aunque menos que en tiempos pasados, se repueblan de sus vástagos huidos por la necesidad, que vuelven a desatrancar los portalones y ventanos de las casonas tristes y calladas durante el resto del año. En este ambiente aparecen en escena una serie de personajes, megáfono en mano, que dan cierto sabor al asueto, y de paso, prestan un servicio nada desdeñable. En este escenario presentan sus credenciales el de los melocotones de  “Calanda”, el de las alpargatas de Arnedo, el de los melones de Villaconejos, el que cambia colchones de lana vieja, el que arregla canalones y cubiertas, el de los “congelaos”… Con cierto aire de charlatán de feria ofrecen un producto, que en condiciones normales y en otro espacio, a penas prestaríamos atención. Recuerdo como hace unos años, en una camioneta destartalada, llegó al pueblo uno de estos vendedores; se ubicó en la plaza, llamó la atención del gentío, sacó todos los bártulos del vehículo y como un trobador empezó su pregón: “ Ha llegado extra/cargado de riles, candiles, lavativas, sostenes y bragas/acudir mujeres. Llevo almanaques zaragozanos/los trastos para escribir y bordar a mano/venir que se acaba. Traigo velas y velones/mantas de Palencia /libros de rima y ciencia/pucheros, cucharas y cucharones/ha llegado extra”. El caso es que todos, después de un sonoro aplauso, le compramos algo. Hasta el solterón del pueblo le compró un sostén.

 

Hoy estos maestros de la labia y del tejemaneje están en vías de extinción (aunque no hay que descartar, con la que está cayendo, la vuelta a estas entrañables prácticas mercantiles, incluso el retorno de la venta puerta por puerta), sin embargo sus técnicas de venta tienen asegurada su existencia siendo asumidas por señores y señoras de cuello blanco, que desde otros púlpitos, intentan vendernos motos sin gasolina (con el motor trucado), a cambio de un puñado de votos.