Empieza el baile.

De aldea en aldea...
9/5/12
José Ángel de Miguel Pérez
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Con el “Catapán” se da el pistoletazo de salida a las Fiestas de San Juan. Las asambleas de vecinos, constituidas en Cuadrilla, con un “ Sí ” protocolario, además de aprobar las “cuentas” de la Cuadrilla, refrendan la oferta festiva de los Jurados. Atrás quedan los tiempos en que estos “ pecheros” participaban en el gobierno de la ciudad y las decisiones del vecindario, constituido en asamblea, eran realmente vinculantes. Hoy, en el siglo XXI, la cosa es bien distinta por lo que estos actos deben repensarse y acomodarlos a los tiempos que vivimos. No sería descabellado plantear, a pesar de lo que pueda pensar el sector Talibán de las fiestas, el cambiar al sábado el acto del Catapán. ¿ En qué se desvirtúa la esencia de las fiestas? En nada. Es más, sería un reclamo turístico impagable de cara a vender Soria como una ciudad festiva y poseedora de un patrimonio inmaterial incalculable, sacando de paso, una importante “ tajada” del asunto. Ya sé que el sector fundamentalista y “purista” del sanjuanerismo se va a pronunciar radicalmente en contra argumentando que los Usos y Costumbres son inalterables a través del popularizado dicho “ Os estáis cargando la fiestas”. Las fiestas, al igual que los tiempos evolucionan, y en especial las de San Juan, que tienen un componente popular y social muy arraigado. Dos ejemplos, de los muchos que hay, para ilustrar cambios de los elementos festivos que no han desvirtuado en esencia a los Sanjuanes.

 

El primero hay que remontarse a 1908 en el que el Ministro Juan de la Cierva decretó la prohibición de correr toros ensogados por las poblaciones, lo que afectó a nuestro Toro Enmaromado; y el segundo ejemplo, de corte innovador, surgió hace unos pocos años con la “institucionalización” del  Desencajonamiento. En ambos casos los usos y costumbres se han alterado y no con ello la esencia de los Sanjuanes se ha visto afectada. Lo dicho, el cambiar de día el Catapán no solo lo agradecería el sector hostelero de la capital y provincia, o los sorianos que están estudiando o trabajando fuera, sino también las empresas y los centros educativos que verían cómo el absentismo del lunes post Catapán se rebajaría considerablemente. Aunque viendo como van los derroteros, el trabajar y el estudiar se va a convertir en un lujo que nos va a poner de “ Lunes al sol”, por lo que cambiar el Catapán al sábado no sería más que el fruto de la primera resaca Sanjuanera.

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